¿En qué consiste el mantenimiento preventivo según NFPA 25?

El mantenimiento preventivo es esencial para garantizar la operatividad de los sistemas de protección contra incendios. La norma NFPA 25, titulada Inspección, Prueba y Mantenimiento de Sistemas de Protección contra Incendios a Base de Agua, establece los procedimientos mínimos para la inspección, prueba y mantenimiento de estos sistemas, que incluyen rociadores automáticos, sistemas de mangueras, bombas contra incendios y tuberías.

Objetivo del Mantenimiento Preventivo

El objetivo principal del mantenimiento preventivo es garantizar que los sistemas de protección contra incendios funcionen correctamente en el caso de un incendio. Esto implica:

• Detectar fallos o desgastes en los equipos antes de que afecten su funcionamiento.
• Evitar averías inesperadas, minimizando el riesgo de que los sistemas fallen cuando se necesiten.
• Prolongar la vida útil de los componentes del sistema, reduciendo costos de reparación o sustitución.

Frecuencia del Mantenimiento Preventivo

La frecuencia de las inspecciones y pruebas depende del componente del sistema y de su función:

• Diarias o semanales: algunos componentes críticos, como válvulas y bombas de incendios, pueden requerir inspecciones frecuentes.
• Mensuales: inspecciones visuales de los sistemas de rociadores y alarmas.
• Anuales: pruebas operativas de sistemas de bombas, válvulas y rociadores.

Importancia del Mantenimiento Preventivo según NFPA 25

El cumplimiento de las actividades de mantenimiento preventivo conforme a NFPA 25 no solo es un requisito de seguridad, sino también una herramienta para reducir el riesgo de incendios no controlados y garantizar la seguridad del personal y las instalaciones. Además, muchas aseguradoras y autoridades locales exigen el cumplimiento de esta norma para otorgar permisos o coberturas de seguro.

El mantenimiento preventivo bajo la normativa NFPA 25 asegura que los sistemas contra incendios estén listos para responder eficazmente en caso de emergencia. Las inspecciones y pruebas regulares permiten detectar problemas antes de que se conviertan en fallos críticos, mejorando la seguridad y la eficacia de las medidas de protección contra incendios.